Practicar las caídas con patines en línea

caidas con patines
Imagen: @Depositphotos.com/sumners

Tarde o temprano tú también caerás… suena a peli de serie B, pero las caídas con patines son día a día de un patinador.

Como patinador principiante hay que prevenir las situaciones de riesgo. Ya que será inevitable que te caigas en alguna ocasión, y siendo el miedo a las caídas uno de los grandes impedimentos a la hora de soltarse sobre ruedas, ahí van algunos consejos para aprender a caerse sobre patines.

  • Siempre, siempre y siempre llevarás protectores. Y casco. Aunque veas a gente por la calle sin protectores, más de un patinador experto ha acabado en urgencias y traumatología por creer que ya no le hacían falta.
  • Una vez que sepas patinar un poco, entrena tus reflejos para amortiguar caídas. Practica caerte de forma controlada, para que el día en que te caigas sin querer puedas reaccionar de forma automática.

Existen algunos patrones básicos de caída que suceden a menudo, sobre todo al principio. Como medida quitamiedos y como prevención puede ser útil practicar algunas técnicas de caída.

Por otra parte, aunque hayas practicado tus reflejos cayéndote de forma controlada, las caídas reales siempre serán diferentes. Aprender a caerte no te va a salvar de algún que otro moratón, pero puede ayudarte a confiar más en tu equipo y a perder el miedo. Puedes ensayar las caídas sin patines sobre una superficie blanda, como la playa o una colchoneta.

Caer hacia delante

Las caídas hacia delante son peligrosas para la cara y las manos. Por ello, lo primero que debes aprender es a reaccionar ante las caídas hacia delante.
Si es posible, búscate un lugar no demasiado duro para comenzar. Un prado o un parque con hierba son preferibles a un aparcamiento o una pista de cemento. Y después, déjate caer.

En principio, la mecánica de la caída es esta: Te dejas caer sobre las rodillas y después sigues la caida hacia delante, apoyando los protectores de los codos y las manos. Dependiendo de la inercia que tengas, te deslizarás más o menos sobre las protecciones incluso después de parar el golpe.

Variante: Partimos de la posición inicial de patinaje, con los pies en paralelo a la altura de los hombros, las rodillas dobladas y el tronco erguido. Cuando nos caemos, retrasamos el centro de gravedad y doblamos las rodillas, como si nos fuéramos a sentar sobre los patines.

De esta forma impactamos en el suelo desde una posición en cuclillas, que ya ha quitado fuerza a la caída, pero que nos impulsa hacia delante. Si doblamos los codos a la altura del pecho, aterrizaremos como un perrito sobre cuatro patas.

Así que no vas a dejarte caer como un saco encima de las rodillas, sino que desviarás la fuerza hacia las manos y por ello de rodillas queda un impulso que te arrastra hacia delante sobre el suelo. Entonces te apoyas en las codilleras y las muñequeras. Las manos sólo son el último eslabón de amortiguación. Deben estar bien abiertas con los dedos extendidos. Si doblas los dedos te puedes raspar o romper un dedo.

Si te sale bien sobre la hierba y le has perdido el miedo a dejarte caer, inténtalo sobre una superficie de cemento.

Esta forma de amortiguar una caída sólo está indicada a poca velocidad. Yendo rápido puedes golpearte la cabeza contra el suelo. Para evitar esto, tendrás que abrir los brazos y golpear con las manos en el suelo (además de levantar la barbilla).

Otro inconveniente es que te dejes caer como un saco de plomo sobre el suelo, a la vez sobre rodillas y manos, lo que aumenta el impacto en ambos y puedes lesionarte incluso con los protectores puestos.

Por último, si extiendes demasiado los brazos o no los separas a la altura de los hombros más o menos, el impacto sobre codos y muñecas será mayor y te puedes hacer daño. Piensa que la caída hacia delante es más una zambullida con la cabeza mirando hacia el cielo que un planchazo sobre el agua. Una vez que hayas ensayado desde una posición estable, comienza a provocar caídas patinando lentamente, simulando tropiezos. Si te sientes cómod@, cáete a un poco más de velocidad y observa el ángulo de la caída. Seguro que puedes mejorar algún movimiento defensivo.

Si te da miedo dejarte caer, comienza desde la posición de rodillas. No pasa nada y te puedes ir quitando el miedo de encima.

Caer de lado

Notarás que muchas veces las caídas no son rectas de cara al pavimento, sino que se cae de lado. Estas caídas son completamente impredecibles y podemos hacernos daño en la cadera y el muslo.

Una caída muy típica se produce al girar o ladear los patines y provoca que nos caigamos desde el aire y caigamos como un saco encima de la parte exterior del muslo. Esto puede ser doloroso para la zona de la cabeza del fémur.

Para amortiguar la caída y evitar que todo el peso recaiga sobre la cadera intentaremos dar un golpe en el suelo con el brazo extendido antes de caer sobre la pierna. De este modo, el antebrazo y la mano absorberán el primer impacto.

Otra manera de mitigar el golpe es intentar rodar hacia un lado por encima del hombro. Los que hayáis practicado un poco de judo os acordaréis instintivamente de las caídas con voltereta. Eso se puede aprovechar sobre patines de la misma forma.

Cuando caemos de lado, intentaremos evitar caer directamente sobre la pierna encogiéndonos como un ovillo e intentando dar una especie de media vuelta para rodar de lado sobre un hombro. Eso sin caer directamente sobre el hombro, que también es delicado. Una vez que se logra evitar el impacto con un movimiento redondo se absorbe el golpe apoyando el brazo extendido con las protecciones sobre el suelo y apoyándose si es posible con los pies en el suelo. Esto además sirve para levantarse con el mismo impulso de la caída.

Hay casos es los que se puede intentar absorber el impacto cayendo de culo y manteniendo los brazos, tórax y cabeza alejados del suelo. El hueso de la cadera es bastante resistente y un buen acolchado (natural o no) en la culera puede ayudar a mitigar el golpe.

Si sueles patinar a más velocidad, intenta caer y rodar en la caída hasta coger soltura y perder el miedo. Así evitarás rozaduras y abrasiones en la piel. Intenta volver a levantarte con el impulso de la caída. Eso es algo que te vendrá bien si juegas al hockey.

Parar las caídas sólo con las manos es peligroso

Las manos no se deben utilizar para absorber el impacto directamente. Aunque las muñequeras protegen el hueso, la muñeca es una de las articulaciones más complejas y delicadas. Se intenta siempre apoyarse en las muñecas cuando el grueso del impacto ya se ha recogido con otras partes del cuerpo como rodillas y brazos. Intentar apoyarse sólo con las manos puede ser perjudicial y si se queda como reflejo, en otras situaciones similares pero sin patines te puedes romper la mano.

Caídas hacia atrás

Estas caídas son traicioneras porque si no se ensayan los reflejos, el golpe va directamente a la parte posterior de la cabeza o al coxis.

Si lo vemos venir, intentaremos caer de lado. Pero a veces no te da tiempo a reaccionar ni siquiera en décimas de segundo. En estos casos hay que priorizar posibles complicaciones y parar la caída apoyándose en los antebrazos para amortiguar el golpe. Los protectores de codo y mano absorberán el impacto, mientras que intentaremos que la cabeza no toque el suelo. Si llevamos casco, lo más probable es que el casco absorba el golpe y evite que acabemos con una conmoción. Con los brazos evitamos también daños en la espalda.

Vídeo donde explican cómo practicar las caídas

Aquí explican en una clase de patinaje de Madrid patina cómo dejarse caer para practicar las caídas y perder el miedo. ¡Espero que disfrutéis!

video