Riesgos del patinaje en línea

Patinar: Beneficios y contraindicaciones
Patinar es bueno para la salud – salvo en las caídas. Siempre existe un riesgo de caídas y lesiones más o menos graves, una de las desventajas del patinaje. Los patinadores de estilo agresivo y los jugadores de hockey son los más proclives a sufrir lesiones patinando.
Las ideas algo exageradas sobre el riesgo del patinaje en línea y la peligrosidad de los patines provienen en gran parte de la imagen que proyectan los usuarios que practican el estilo agresivo. Se llama así el estilo que se usa para hacer piruetas sobre barandillas, saltar rampas y escaleras en paisajes urbanos.

Los patinadores de agresivo corren más riesgo de lesiones que los de fitnes,
La mayoría de patinadores son de fitnes, más bien moderados y se limitan a circular por carriles bici, caminos asfaltados y pistas de parques de cemento. Aquí encontramos a muchas personas adultas no tan jóvenes. Forman aproximadamente el 70% de todos los patinadores. Por ello los diferentes estilos de patinaje suponen riesgos diferentes.
El nivel de riesgo del patinaje frente a otros deportes en los que la gente se lesiona de forma habitual como el fútbol o el balonmano no es mayor. Con el boom de los patines, los servicios de urgencias han observado un aumento de ingresos de patinadores en los últimos 20 años. Sin embargo, como no se sabe el total de personas que patinan, tampoco se sabe si el porcentaje es alto o bajo, si ha subido o se mantiene.
¿Qué riesgos existen en el patinaje?
Los patinadores agresivos se arriesgan más y suele tener más fracturas de piernas que los patinadores de fitnes. En cambio, los riesgos para los jugadores de hockey proviene más de los contactos con el adversario y golpes de bastón que de caídas.
Las lesiones más frecuentes entre los patinadores de fitnes son las abrasiones y las contusiones de músculos y articulaciones. Estas lesiones no requieren realmente acudir a un médico o una clínica, y por ello la mayoría de las veces pasan desapercibidos para en urgencias.
Entre las lesiones que se registran entre los patinadores de fitnes suelen haber más problemas en los brazos y la cabeza. En gran medida se originan por falta de experiencia y técnica y por el exceso de confianza. Muchas caídas se producen al perder el equilibrio de forma espontánea, frente a un obstáculo, intentando esquivarlo o pasando por encima. Otro tanto se deben al exceso de velocidad de principiantes que no pueden controlarla y tienen problemas para frenar.
En general, los patinadores de fitnes sufren menos lesiones graves que los de estilo agresivo porque se exponen menos a las caídas.
Una encuesta de 1996 entre 1036 patinadores arrojó datos alarmantes: Un 60 % de los encuestados había sufrido en alguna ocasión una lesión.
Un 61% de estas lesiones fueron de tejidos blandos, 31 % sufrieron luxaciones y esguinces y un 8 % sufrió una fractura de hueso. El problema más frecuente resultó ser la caída hacia delante con todo el peso sobre los brazos extendidos. Hay que resaltar que sólo un 17% de los patinadores encuestados admitieron llevar protectores de manos, rodillas y codos y el 16% no llevaba ninguna protección.
Esto subraya la importancia de una buena técnica de caída. Además el uso de protectores previene las fracturas de muñeca y codo.
La segunda causa de accidentes se originó por problemas de frenado. El 23 % de los encuestados no podrían frenar adecuadamente y sólo el 24 % del total era capaz de frenar en seco ante un obstáculo. Otro 20% circulaba sin gafas o lentes de contacto aun teniendo problemas de visión.
Entre los patinadores de ocio sólo un 24 % había sufrido alguna lesión, mientras que el 63% de los patinadores de rampas se había lesionado al menos una vez.
Dolores lumbares y ampollas en los pies
Un problema típico, sobre todo al principio, es el dolor en la zona lumbar. Esto tiene que ver con la postura inclinada hacia delante. Hay que estabilizar permanentemente la posición y esto requiere un trabajo muscular del torso al que muchos principiantes no están habituados. El resultado son agujetas, dolores en la zona lumbar y en la espalda. Estos dolores lumbares se previenen con ejercicios regulares de torsión, relajación y estiramientos del torso para habituar la espalda al nuevo trote.
Otra pequeña molestia bastante habitual son las ampollas en los pies y rozaduras en los tobillos. Esto se previene fácilmente con botas cómodas o con calcetines especiales para patinar. Las botas demasiado apretadas o estrechas producen problemas de circulación y ampollas en los pies. Tampoco es aconsejable patinar mucho y de forma prolongada sobre ruedas desgastadas unilateralmente. Esto lleva a que el peso se reparta de forma asimétrica sobre las articulaciones. En ese caso, conviene cambiar la posición de las ruedas o el set completo.
Lesiones en tejidos blandos
Probablemente las más habituales. Se trata de abrasiones en zonas poco protegidas como los dedos, los muslos y la región lumbar, pélvica y caderas. Son las zonas en las que las protecciones no llegan realmente a ser efectivas. Estas lesiones no son peligrosas pero sí muy molestas. Se pueden prevenir con guantes protectores o pantalones coulotte con protecciones para las caderas.El mayor riesgo proviene de la suciedad de herida, por lo que convienen una limpieza y desinfección básicas. También conviene estar al día con la vacuna antitetánica.
Entre estas lesiones también se encuentran los tirones y contracturas musculares. Esto suele pasar cuando los músculos no han calentado lo suficiente. Se previene con un calentamiento y estiramientos previos al ejercicio.
Fracturas de las extremidades
Este tipo de lesiones son las peores en el patinaje. Manos, muñecas y antebrazos son las regiones más delicadas al patinar. Son graves las fracturas de radio distal, las fracturas de la cabeza radial y fracturas de los metacarpianos y las falanges en los dedos y manos.
Cuando una persona cae directamente con todo su peso sobre los brazos extendidos, la energía se transmite a todo el sistema de huesos del brazo. Aunque muchos patinadores llevan protectores de muñeca, no hay que confiar exclusivamente en ellos. Sirven para mitigar el golpe en la muñeca, pero no quitan la fuerza del impacto en el brazo. Si se cae mal, la fractura se origina en la parte más débil, cerca de la muñeca y puede provocar una fractura, en la parte larga y cilíndrica del hueso del antebrazo. Es muy útil desviar el impacto rodando sobre el hombro, como se hace en las artes marciales.
Por raro que parezca, los tobillos corren más riesgo de esguince que las rodillas. Las botas de los patines en línea no son tan robustas ni estabilizan el tobillo como las botas de esquí. Patinando, las roturas de ligamentos en las rodillas son menos habituales que esquiando. Las típicas lesiones de rodilla de los esquiadores se producen en parte porque se traslada la energía del golpe o las torsiones a las rodillas, al estar los tobillos muy sujetos. Las torsiones accidentales del patinador afectan primero a los tobillos.
Heridas en la cabeza
Según algunas publicaciones sobre lesiones en el patinaje, las heridas en la cabeza forman un 10-15 % de los casos. Aun así, el potencial riesgo a largo plazo de sufrir una herida o conmoción seria en la cabeza hace que sea un factor importante a tener en cuenta en el tema de la seguridad.
La caída típica en niños es la caída hacia atrás. Resbalan sobre los patines o pierden el equilibrio y la cabeza da en el suelo con la parte posterior. Estas pueden provocar fracturas de cráneo, pérdida temporal del oído o problemas a más largo plazo.
Los niños suelen tener la cabeza más grande en relación con el resto del cuerpo que los adultos. Además todavía pueden tener problemas de equilibrio en periodos de crecimiento rápido. Por ello, los niños siempre deberían llevar casco al patinar. Aunque parezca algo restrictivo, en caso de niños vale la pena ser estricto para evitar males mayores.
Las caídas con lesiones de cabeza en adultos son más habituales de cara. En todo caso, aun siendo malas ambas, las caídas sobre la cara son menos peligrosas que las caídas sobre la parte posterior.
Peligro de lesión para adultos, niños y adolescentes
Generalizando mucho: Los niños se caen más con menos gravedad, los adultos se caen menos pero con más gravedad y los adolescentes corren el mayor peligro por su afición al riesgo.

Está claro que un niño tiene mayor coordinación, huesos más flexibles y más costumbre a las caídas que un adulto. Los adultos tampoco suelen conseguir la destreza y acrobacia de un niño cuando aprenden movimientos en edad adulta. También es mayor el impacto de 70 kilos desde 1,8 metros de altura que el impacto de 40-50 desde 1,2 metros. Por eso la caída de un adulto puede ser más dolorosa que la de un niño.
Según algunas estadísticas llegan más niños a las urgencias por accidentes de patines que adultos. Aunque pudiera parecer que por ello corren más peligro, lo cierto es que si se compara el tiempo que están sobre ruedas los niños y los adultos, hay más adulto por minuto patinado que sufren una caída grave que niños. También por precaución se lleva antes al niño al médico que a un adulto.
En el caso de los adolescentes el peligro proviene en gran parte sus ganas de aventura. Muchos descubren el patinaje agresivo y se lanzan a saltar y practicar figuras. En este contexto también influye la estela de “rebelde urbano” que rodea los clips publicitarios. Gente joven con ropa “cool”, sin protecciones, saltando por rampas, barandillas, escaleras de piedra y tubos grandes. El comportamiento de patinadores adultos con mucha experiencia a veces se parece al de los adolescentes por su exceso de confianza.
Muchos jóvenes imitadores de aquello que ven en la publicidad dirigida a pública juvenil se lanzan sin la debida precaución ni protección a imitar a los ídolos de video. Como es relativamente fácil alcanzar velocidades considerables, todos los saltos y figuras llevan un alto riesgo de caída. Dentro del tipo de lesiones que pueden provocar accidentes en ese contexto de patinaje agresivo destacan complicadas fracturas abiertas en las articulaciones de pies y tobillos. En relación con las roturas de monopatín, las de patinadores agresivos son más frecuentes en la epífisis o parte superior del hueso, cercanas a las articulaciones.
Peligro por falta de precaución y técnica
Patinar es fácil de aprender también para personas poco habituadas a hacer deporte. Es además una actividad que requiere más coordinación, sentido del equilibrio, orientación, capacidad de reacción y flexibilidad que otros deportes porque hay que reaccionar con rapidez ante cualquier imprevisto.
Por ello es necesario entrenar todas estas cualidades poco a poco y no dejarse llevar por el entusiasmo de ganar velocidad sin control. Los patinadores que se embalan en velocidades de hasta 30 km/h sin saber frenar o sin saber evitar o sobrepasar un pequeño obstáculo como una rejilla, una ramita en el suelo o un poco de gravilla, se arriesgan a batacazos de consecuencias imprevisibles. Por eso aterrizan más principiantes en las urgencias que patinadores avanzados, y más adolescentes que adultos maduros.
Quien no sepa frenar en seco no debería ir a más velocidad de la que le permita parar por inercia en unos 10 metros ni debe circular por la ciudad. Pero sobre todo debe ir blindado con protecciones y casco.